Grupo de Alabanza

“…Para que Seamos para Alabanza de su Gloria.” Efesios 1:12

Esta palabra que el Apóstol Pablo nos habla en Efesios, muestra de forma muy clara el propósito que como hijos de Dios tenemos, proveer alabanza para la Gloria de Dios, y cuando hablamos de este que hacer, muchas veces caemos en la idea de que esta tarea no se resume a cantar y ejecutar instrumentos, sino a una vida consagrada a Dios, y esta idea definitivamente es una realidad en su totalidad; sin embargo no podemos dejar a un lado la idea original de que Dios ha dispuesto también que le adoremos y alabemos con cánticos y con instrumentos musicales, o sea, no podemos perder de vista que la alabanza y adoración a Dios llevan muchos elementos importantes aparte de lo musical, pero que lo musical es parte de lo que Dios creo para su alabanza.

Podemos decir sin ninguna duda que Dios hizo la música (Ezequiel 28:13) ya que desde tiempos eternos en el cielo los ángeles le alaban y lo siguen haciendo y seguirán haciendo por la eternidad (Apocalipsis 5:11), tal como lo hacía lucifer; quien fue creado específicamente para darle alabanzas a Dios, de lo cual tendríamos mucho que hablar, pero en realidad no es el objeto de este estudio, pero nos sirve para identificar el propósito que como hijos de Dios tenemos.

Lucifer fue creado para alabar a Dios mucho antes que el hombre existiera, y era la posición más alta que podía haber anhelado un ángel tener, y cuando Dios hizo al hombre lo hizo para sustituir la labor que lucifer tenía, proveyéndonos así una oportunidad tan digna y grande, ocupando ese lugar de preeminencia.

Cuando la palabra dice en Efesios 1:12 que fuimos hechos para alabanza de su gloria, está definiendo una parte importantísima del propósito por el cual Dios hizo a la humanidad.

Imaginemos por un momento como Dios hizo al hombre para ocupar un lugar de comunión especial con Dios, para tener intimidad, para darle a conocer su naturaleza, proveyéndole de su Espíritu, y dándole autoridad sobre toda su creación.

Esto nos muestra tres cosas que debemos comprender:

Como primer lugar la posición tan privilegiada que Dios le ha dado al ser humano, y ahora de forma especial a su iglesia, de darle alabanza, de exaltarle, de ser quienes adoren su nombre y le den Gloria. Si podemos imaginar un poco nos damos cuenta que lucifer ocupaba un lugar único, si no hubiese sido así, entonces él no hubiera creído que podía ser igual a Dios y nunca se hubiera sublevado.

Siendo que la alabanza posiciona a cualquier persona en la presencia de Dios, es un honor y un privilegio poder entrar en su presencia, en realidad el alabarle y adorarle a Dios, es un privilegio y a la misma vez, un honor que Dios le da al hombre de poder estar cerca de él.

Entonces debemos acercarnos a Dios con la actitud correcta en alabanza y adoración, con ofrendas y sacrificios de alabanza (Malaquías 1:8).

La segunda cosa que debemos comprender es que esta es la misma razón por la que el que ahora es nuestro enemigo, Lucifer no esperaba ser relegado por un muñeco de barro habiendo sido el creado con tanto esplendor. Entonces como él sabe que la alabanza hace que el ser humano pueda acercarse a Dios, él se ha encargado que la alabanza pierda el verdadero significado para los hombres y de una forma férrea ha querido hacer que la iglesia pierda el interés y el conocimiento de lo que verdaderamente es la alabanza y adoración a Dios.

El enemigo sabe que privando a la iglesia de una alabanza genuina, lo que verdaderamente hace es alejarlos de la presencia de Dios y del propósito eterno por el cual Dios nos hizo. Si hay alguien que comprende lo que significa alabar a Dios verdaderamente es ese querubín, que ahora es nuestro enemigo acérrimo.

Horario de Servicios

Equipo Pastoral

Niños

La tercera cosa que podemos aprender es que nunca debemos perder de vista, que una de las cosas que no va a cesar aun cuando estemos en la eternidad, es la alabanza a nuestro Dios (Apocalipsis 5:12-13) y por lo tanto debemos prestarle atención y aprender a alabar a Dios con verdadero fundamento, con conocimiento, con revelación, con sabiduría, con todas las herramientas que Dios nos ha dejado, para cumplir el propósito por el cual fuimos creados.

Este material no se pretende definir como la única verdad en materia de alabanza, sino más bien como un aporte para enriquecer y apoyar a aquellos que aman estar alabando y adorando a Dios en su presencia, estableciendo un fundamento bíblico para discipular hombres y mujeres que deseen ser usados por Dios para llevar a la iglesia de Cristo a un nivel de mayor Gloria en los momentos de alabanza y adoración a Dios.

He dividido el material en cuatro capítulos dividiendo así las diferentes áreas que se involucran en la dirección de la alabanza, enfocándonos en aspectos teológicos per de forma práctica, de tal manera que aquél que lea este material con responsabilidad e internalice lo que aprende, obtendrá resultados poderosos, ya que el material trata tanto aspectos directamente con la alabanza como aspectos de carácter sobre los que ministran la alabanza a nuestros Dios, para que estén preparados en todo momento para cumplir su ministerio de forma efectiva.

La segunda cosa que debemos comprender es que esta es la misma razón por la que el que ahora es nuestro enemigo, Lucifer no esperaba ser relegado por un muñeco de barro habiendo sido el creado con tanto esplendor. Entonces como él sabe que la alabanza hace que el ser humano pueda acercarse a Dios, él se ha encargado que la alabanza pierda el verdadero significado para los hombres y de una forma férrea ha querido hacer que la iglesia pierda el interés y el conocimiento de lo que verdaderamente es la alabanza y adoración a Dios.

El enemigo sabe que privando a la iglesia de una alabanza genuina, lo que verdaderamente hace es alejarlos de la presencia de Dios y del propósito eterno por el cual Dios nos hizo. Si hay alguien que comprende lo que significa alabar a Dios verdaderamente es ese querubín, que ahora es nuestro enemigo acérrimo.

La tercera cosa que podemos aprender es que nunca debemos perder de vista, que una de las cosas que no va a cesar aun cuando estemos en la eternidad, es la alabanza a nuestro Dios (Apocalipsis 5:12-13) y por lo tanto debemos prestarle atención y aprender a alabar a Dios con verdadero fundamento, con conocimiento, con revelación, con sabiduría, con todas las herramientas que Dios nos ha dejado, para cumplir el propósito por el cual fuimos creados.

Este material no se pretende definir como la única verdad en materia de alabanza, sino más bien como un aporte para enriquecer y apoyar a aquellos que aman estar alabando y adorando a Dios en su presencia, estableciendo un fundamento bíblico para discipular hombres y mujeres que deseen ser usados por Dios para llevar a la iglesia de Cristo a un nivel de mayor Gloria en los momentos de alabanza y adoración a Dios.

He dividido el material en cuatro capítulos dividiendo así las diferentes áreas que se involucran en la dirección de la alabanza, enfocándonos en aspectos teológicos per de forma práctica, de tal manera que aquél que lea este material con responsabilidad e internalice lo que aprende, obtendrá resultados poderosos, ya que el material trata tanto aspectos directamente con la alabanza como aspectos de carácter sobre los que ministran la alabanza a nuestros Dios, para que estén preparados en todo momento para cumplir su ministerio de forma efectiva.